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ACAMPAR BAJO EL CIELO AFRICANO

Acampar en un poblado de África y contemplar el cielo es algo que hay que experimentar

Recuerdo acampar en el tejado de una casa de adobe en un poblado escondido de Burkina. En la oscuridad de la noche, estirada encima del saco, observaba el cielo. Un cielo dónde la estrella más cercana la podías rozar con la mano. Todo era cielo. Todo eran estrellas. Un cielo donde millones de estrellas hacían cada vez más pequeña tu existencia y podías sentir la grandeza de la naturaleza en tu piel de gallina. Quizás la sensación más emocionante que he vivido. Un cielo que le acompañaba de fondo un profundo silencio que permitía escuchar hasta las patitas de un gallo a saber a cuántos metros de distancia. Un cielo que muchos observaban al mismo tiempo y esas estrellas eran el punto de conexión. Un cielo lleno de estrellas fugaces y deseos.