¡QUIERO UN MANGO!
La temporada de mangos empieza a principios de marzo hasta mediados de junio.
En esta época, si tienes la suerte o no tanta suerte de tener un Mango en el jardín de tu casa, significa que más o menos cada media hora, va a sonar el timbre:
—Hola, ¡quiero un mango! ¿puedo entrar y cogerlo?
Total, todavía no he podido degustar mis pequeños manguitos que van madurando a medida que pasan los días.
Al madurar, la mayoría caen al suelo y ahí es cuando alguien entra en acción.
—Perdona, es que se han caído. ¿Me los llevo vale?
Genial, estén en el árbol o no, es excusa perfecta para llevártelos.
Un día normal con Mangos, sin duda, no es lo mismo que sin ellos.
Con Mangos, el día puede transformarse en:
8:00h Ding, dong. No espero a nadie pero voy a ver quien es. Abro la puerta y veo a tres niños;
—¡Mango, mango!
Les digo que no, que cojan los de fuera ya que alrededor de la parcela hay otros, y esos los dejo especialmente para ellos.
—No están maduros, me dicen.
Pues tendréis que esperar unos días, vale?
—Vale, vale…
9:00h
Vienen las chicas para lavar ropa y veo que me cogen tres Mangos del árbol. Se los comen en el jardín y tiran las pieles al suelo, ala, tal cual.
A ver chicas, hay que pedirlos antes, ¿entendido?
—Ahhhh vale vale, perdón.
Próxima vez me enfadaré.
—Si si… Los pediremos seguro.
Bueno bueno, mmmm.
10:00h
Entran las mujeres que se encargan de llevarse la basura. Antes venían solo los martes, ahora pasan cada día. ¿Porque será?
Con un palo empiezan a sacudir el árbol hasta caerse maduros e inmaduros.
¡Cuidado hombre, id con cuidado! Coged uno cada una y punto ¿vale?. Los demás son para mi marido.
– Jajajajaja jijiji y se van.
11:30h
Pican otra vez a la puerta. Esta vez es una señora que quiere un mango.
Pues lo siento pero NO. Ya he tenido suficiente por hoy.
- No lo entiende y se va.
Le digo que coja los de fuera cuando maduren.
12:00h
La cocinera que tengo contratada se va y veo que en el suelo del jardín tiene un montón de Mangos amontonados.
Le pregunto, ¿que hace?. Me dice que se los lleva porque se han caído.
Vale genial, normalmente caen cuando están listos para comer. No es que caigan para que te los lleves, ¿entendido?.
- Vale pues no me los llevo.
Gracias.
12:30h
Llega mi marido y ve que no hay muchos Mangos.
«Me descojono cuando veo que observa a ver si encuentra alguno entre las ramas. Los pocos que quedan ha sido gracias a toda una aventura para salvaguardarlos. Como si se tratara de oro».
13:00h
Me voy y espero que no salten el muro para cogerlos.
Por la tarde:
17:00h
Pican otra vez y me vuelven a pedir un Mango. Ya cansada le digo que ya no me quedan y cierro la puerta.
– Me pongo a hacer cosas en casa y en cuanto oigo que cae uno, lo pillo y lo meto en la nevera. Por lo menos mi marido y yo podremos comernos alguno para merendar.
18:30h
Llega el primo de mi marido tan feliz de la vida, con un saco vacío en la bici. Estoy contenta de tener visita. Pero algo extrañada, le pregunto;
¿Y este saco?
– Vengo a llevarme todos los mangos.
¡Sin pelos en la lengua!.
Le digo: Mira chaval, llevátelos todos. ¡Que no quede ni uno, ni en el árbol ni en el suelo!
– Si si de acuerdo. Y todo feliz empieza a subirse al pobre árbol que cada vez tiene menos ramas.
Veo al primo colgado del árbol. Pegando a los pobres mangos hasta sacudirlos a todos. Los de arriba, los de abajo, los maduros y los inmaduros.
POR LO MENOS MAÑANA NO TENDRÉ VISITAS.
Mangos madurando:
Mango recién caído del árbol:
MANGO LIBRE EN LA NATURALEZA
«Me encanta la forma que tienen, como si le hubieran cortado el pelo estilo, Cleopatra»
Etiquetas: mango
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