Este año he cumplido 40 años y me sorprendo cuando miró hacia atrás. Tengo la sensación de haber vivido dos vidas en una. Sí, curioso teniendo en cuenta que no he llegado ni a la mitad de mi vida.
Los niños que amadriné en Burkina Faso ya van a la escuela secundaria. Tantas gestiones, esfuerzo y compromiso. Un día te das cuenta de que ¡ha merecido la pena!
A Taibatou la conocí con 6 meses en el orfanato tal y como explico en otras entradas del blog. A los dos años la matriculé en una escuela privada de Ouagadougou (no muy lejos de su casa para que pudiera asistir fácilmente). Unos 500 € al año. Cada año me he preocupado de ahorrar esta cantidad para poder pagar su escolaridad.
Anass es el primo de Taibatou y lo vi nacer. Dos años después le tocaba a él ir al colegio. ¿Y ahora qué? pensé. Pues gracias a dios, fue amadrinado por 4 mujeres estupendas de Barcelona que conseguí que cada año aportaran también su granito incondicional.
Taibatou y Anass han podido ir a la misma escuela hasta el día de hoy. Una escuela privada en Ouagadougou, con un límite de niños por clase (unos 20 aprox). Han podido tener el material escolar adecuado, aprender a nadar (les apunté a clases de natación extra escolar) y tener unos estudios dignos.
Esas escuelas que se pagan en África por 30€ al año sinceramente es decepcionante que nos creamos que se pueda tener una escolaridad digna por 30 € anuales. Imposible. Yo misma vi las escuelas y por 30 € anuales no habían ni pupitres ni nada… 100 niños por clase ¿ya me dirás?
Recuerdo el día en que me desmoroné. Calculé la cantidad de niños a mi alrededor, la pobreza que me rodeaba, los precios de las escuelas. No podía ayudar a todos. Y decidí ayudar a dos niños. Taibatou y Anass.
Desde aquel día mi compromiso sigue en pie.
¡Gracias, Madrinas!
Clases de Natación; Anass y Taibatou
Taibatou en el orfanato
Anass de bebé
PRIMER DÍA DE COLE DE TAIBATOU
Notas de Taibatou
SECUNDARIA:
Casi todos los alumnos de la escuela Les Graces al terminar la primaria, pasaban a otro colegio para continuar los estudios juntos. Matriculé a los niños en la escuela Wend Menegda para que fueran juntos.
No puedo describir con palabras la felicidad que sentí cuando recibí la llamada de Face Time con los dos niños super mayores y sonrientes. Ese día además de que había cobertura, conexión a internet (cosa que no es fácil) pudimos vernos y hablar de cómo iba la escuela. Gracias por hacerme tan feliz.
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