TRAER UN PERRO DE BURKINA A BARCELONA
A Nubi la adopté en Burkina cuando era un bebé. Después de más de tres años conviviendo juntas, al volver a España, decidí traerla conmigo.
Al principio no las tenía todas conmigo e incluso llegué a pensar que era una locura imposible pero, a base de buscar e insistir; ¡Lo logré!
Eso sí, tuve que seguir los siguientes pasos;
Lo primero fue buscar su cartilla sanitaria con todas sus vacunas al día, en especial y obligatoria, la rabia. Una vez al año, el veterinario del barrio, venía a casa y le inyectaba todo el pack de vacunas en una sola dosis. Pim pam. Ponía unas pegatinas de colorines en su libro de familia canino y después de sellar y firmar, me cobraba la sesión. Por suerte hacía poco, había quedado con él y Nubi ya estaba vacunada. Esto ayudó a avanzar el proceso.
Su cartilla Burkinabé
El siguiente paso fue cambiar de veterinario. Tenía que realizar los trámites en un veterinario especializado en temas internacionales. ¿Y ahora qué? Pues, a base de preguntar a otros veterinarios de la zona, me enteré que habían dos especialistas en la ciudad. Uno me dijo que no podía encargarse de Nubi ya que solo había enviado mascotas a Francia. Nubi tenía que ir a España. Por suerte el segundo veterinario, pudo llevar su caso.
Situado en la calle Babanguida, Activet se encargó de tramitar y gestionar los papeles de Nubi. Me atendió un hombre en un despacho enano lleno de mil documentos a su alrededor, explicándome muy tranquilo, todo lo que tenía que hacer en los próximos días. Lo primero era sacarle sangre y enviar la muestra a Bruselas, a un laboratorio científico para verificar su buen estado. Desde Bruselas, una vez analizada la sangre, tenían que enviar el papel original con la confirmación de que Nubi podía salir del país.
Yo estaba mirando esa mesita llena de montañas de papeles amontonados dentro de carpetas de colorines y todo me parecía surrealista. Me quedé un buen rato con la mirada clavada en aquellas cuatro paredes descoloridas. Un calendario de otro año colgaba de una de ellas, por lo menos las fotos eran chulas. Que si un laboratorio científico, ¿Bruselas? ¿Papeles originales de ida y vuelta? Si ya costaba mandar algo de ida (de hecho nunca lo conseguí, se perdía por el camino…) imagínate de ida y vuelta… Reconozco que en esos momentos, mi esperanza de volver con Nubi se vino abajo. Pero, no desistí.
El veterinario vino con su maletín a sacarle la muestra de sangre a casa. Hasta aquí todo bien…
Me dice que traiga un trapo y que sujete a Nubi de lado en el suelo de la terraza. A pesar de los gruñidos el veterinario sigue buscando la vena de la pata delantera. ¡No encuentra la vena! me va mirando sonriendo mostrando una seguridad de profesional. Yo cada vez estoy más insegura. Le pincha dos veces más hasta que le aconsejo que pruebe en la otra pata. Cambia de pata: Dos, tres pinchazos hasta que… me recomienda poner anestesia. Asiento con la cabeza pensando: «Nubi aguanta o te quedas aquí». Es lo que hay. Me trago los sentimentalismos pro animalistas y voy animando al veterinario a finalizar la operación con éxito, a pesar de mis dudas. La anestesia le provoca un pequeño colapso que le hace sacar espuma por la boca. Sinceramente me acojono. Las gotas de sangre de la cuarta pata le caen a chorro. Ya no quedan más patas para pinchar. Veo al veterinario aprovechando esa sangre para absorber en la inyección de muestra.
¡Ya tengo la muestra! —dice todo orgulloso. Recoge sus cosas y con un apretón de manos me comenta que ya esta todo. Me despido de él en estado de shock y solo me atrevo a preguntar, cuando estarán los resultados. ¡Esta semana! me contesta todo feliz.
Al día siguiente recibo una llamada. ¡Es Activet! ¡Que alegría! Que rápido todo. Resulta que la sangre de Nubi no estaba en buen estado para enviarla. Había entrado aire al extraer la muestra.
Así que… Otra vez a empezar…
Vuelve el veterinario, no encuentra la vena en la primera pata… probamos la segunda. Le digo que no coja la sangre de fuera que entra aire. Se le hincha la pata a Nubi, que ya parece una bola de golf. Dios mío… Le digo que desista de las patas delanteras. Se decide a intentarlo con las traseras. ¡Venga, Nubi! Te voy a llevar conmigo cueste lo que cueste como me llamo Marta… le voy diciendo, pobre. Sin poder sacarle todavía sangre el veterinario decide anestesiarla de nuevo. En vez de un análisis parecía la matanza del cerdo. Pobre Nubi empieza a llorar de impotencia hasta que le saca sangre de ya no se dónde… bufff
La segunda vez salió bien. La muestra se envió con éxito a Bruselas. Al menos este papel de correos internacional «Chronopost» confirmaba que el envío estaba en marcha. La verdad que flipé mucho pero este papel era mi gran prueba. Ahora, a ¡cruzar dedos! y a esperar que vuelva.
A los 10 días llegó la confirmación por parte de Bruselas y la autorización de Activet para poder salir del país con Nubi.
El nombre me quedó original: ¡María Cunti Llobert!
Ahora solo faltaba buscar billete de avión. Compré mi billete y reservé el de Nubi. Unos 200 euros costó su billete. Y entonces llegó la sorpresa. Tenía que comprar una caja homologada para transportar perros en avión y Air France no tenía ninguna en stock. Se me ocurrió ir a comprar otra caja en otra compañía de vuelo pero me dijeron que no estaba permitido. Si volaba con Air France, la caja la tenía que comprar en Air France. Cada compañía tiene sus cajas para viajar. ¡Vaya tela! Una especia de mafia de cajas…
Mi billete no pude cambiarlo. Pero reservé la caja de Air France que llegaba en tres semanas. (160 euros para un perro de 12 kilos). Le pedí a una amiga española que tenía previsto viajar a Barcelona, si podía embarcar a Nubi en su avión. Las mascotas aunque viajan solas en la bodega, han de ir con un acompañante «tutor» en el avión. Así que mi amiga María (como bien ponía en el papel…) la trajo hasta Barcelona!
Entre todos lo conseguimos y en el aeropuerto de Barcelona fue muy emocionante ver por fin a Nubi en España. ¡Qué emoción!
Aeropuerto de Barcelona
Nuevos olores, nueva vida. Adaptándose a su nueva aventura ¡JUNTAS!
Etiquetas: animales, perro
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