UNA FREELANCE EN OUAGA
Cuando llevaba unos meses instalada en Burkina Faso, empecé a conocer a algunos expatriados europeos. De vez en cuando me reunía con ellos para ir a tomar algo.
Me encontré bastantes veces en la misma situación. Solían preguntarme;
—¿Y tú para que proyecto trabajas?
Trabajo para mi misma ¡Soy Freelance! contestaba como si fuera algo habitual.
Normalmente la gente se trasladaba a estos países con un proyecto de ONG. Pero en mi caso, no fue así…
La verdad es que el primer año, aterricé con muchas ideas y proyectos. No todos se realizaron porque desde España se te ocurren muchas cosas que nada tiene que ver, al vivir y trabajar aquí. Todo cambia, desde la burocracia del país a que todo funciona totalmente diferente, con otras necesidades y otra mentalidad.
Con Moumouni mejorámos juntos en el tema del turismo. Yo más bien puse mi parte creativa y el idioma (español). El ya trabajaba como conductor y guía. Aprendí Francés y el aprendió Español. Así fue como pasito a pasito realizamos muchos circuitos a españoles y a viajeros de todas las nacionalidades. Dándonos a conocer entre los expatriados y amistades. Y sobretodo, la profesionalidad de Moumouni encantaba a la gente ¡Querían repetir! Antes de organizar los circuitos, viajamos por todos los países de alrededor; Burkina Faso, Mali, Ghana, Togo, Benin y Costa de Marfil. Para conocer a fondo el terreno y saber realmente por dónde llevar al cliente.
Si os interesa un viaje por estos países, no dudéis en poneros en contacto (en español o en francés), con Moumouni; sombatours@gmail.com
A parte, me llevé de España unas tarjetas de visita. Como fotógrafa. Había terminado los tres años de estudios fotográficos, especializándome en Fotorreportaje en la escuela GrisArt en Barcelona. Y aprovechaba cualquier ocasión para repartir las tarjetas a nuevos contactos.
Mientras tanto, en los ratos libres hacía todo aquello que me gustaba. Siempre tenía una ilusión. Escribía en el blog. Me iba con la cámara a explorar y a hacer reportajes sociales. Viajaba. Ayudaba en proyectos de cooperación. Facilitaba gestiones a los españoles que venían de viaje y me contactaban a través del blog; desde recibirlos en el aeropuerto a hacer de traductora para sus proyectos. Acompañaba a cooperantes al terreno a repartir el material de la ONG. ¡Y hacía de guía por la ciudad!
Hasta que, al cabo de unos 6 meses, me ofrecieron un trabajo de profesora de español. Gracias a Cristina y a Martine realicé talleres en el Liceo Francés de Ouagadougou, con niños de entre 14 y 17 años, para mejorar su nivel oral de español ¡No veas! ya me veis en casa repasando la gramática que, de tan integrada que la tenía, se me había olvidado.
Como una hormiguita, seguía moviéndome por la ciudad de Ouagadougou (de aquí para allá) con la motillo. Qué de paso, exploraba esas calles polvorientas que parecían iguales pero sin embargo te llevan a los diferentes barrios de la ciudad…
Y así fue como un buen día, empecé a darme cuenta que, estaba integrándome en otro mundo. Me crucé con un alumno del Liceo Francés y, desde la otra punta de la calle, me gritó —¡Hola, Profe! Estos detalles me emocionaban muchísimo. De todos modos, en la sala de profesores del Liceo, iba repartiendo mis últimas tarjetas de fotografía, para que quedara claro, que profe sería solo por un tiempo.
Al año siguiente, no iba al Liceo pero realizaba clases de español a particulares. Algunos alumnos me llamaban y me trasladaba a sus domicilios o venían a la mía. Y, entre circuitos turísticos y clases de español, por fin me pidieron algun trabajo de fotografía.
Una ONG Francesa (Programme Solidarité Eau). Confió en mi para realizar un reportaje fotográfico para un dossier que se publicaría en París, con la colaboración de la Agencia de Cooperación Francesa. Uooooooou, me llamaron desde París. Todavía tenía dificultades en hacerme entender en Francés por teléfono pero, por mail acababa de aclarar mis dudas.
Les gustaron tanto las fotos que cuando vino la responsable (Solange) a Burkina Faso, nos alquilaron el 4×4 y se fueron de ruta coincidiendo un par de días en la ciudad y compartiendo unas risas ¡Que pasada cuando todo fluye!
Otra ONG Suiza me llamó y les hice un reportaje de empresas y trabajadores de la ciudad. Fundación Argidius. Me publicaron el trabajo en bastantes medios Suizos. Me emocionaba ver que poco a poco estaba consiguiendo más de lo que esperaba. Y con eso, era feliz.
A partir de aquí, el boca a boca hizo efecto. Cada tantos días me sonaba el teléfono (un Nokia sin cámara pero con linterna jeje) y me pedían diferentes trabajos de fotografía. Sobre todo en Francia. Reportajes sobre temas sociales. Lo que más me apasionaba.
También trabajé para alguna empresa de Burkina. «ICDE» y Agencia de publicidad Baobab. Se publicó una vaya publicitaria con una de mis fotografías. Ver tu trabajo en los paneles publicitarios de Ouagadougou, moló mucho. Y lo que más me gustaba es que los propios africanos me encargasen fotografías. Y confiaran en mi punto de vista hacia su país.
Un par de tiendas de decoración situadas en el centro de la ciudad, me compraban de vez en cuando algunas de mis fotos de paisaje para enmarcarlas y venderlas. Me traje una impresora de Barcelona con un papel fotografico profesional Epson. Y a tamaño DinA4 vendía copias a las tiendas. Gracias Muriel y Cécile.
Desde Barcelona, también me pidieron que hiciera las fotografías de la campaña «Agua por Agua» para las Tiendas Natura España. Y se publicaron las Bolsas de Natura con mi fotografía en toda España.
También realicé muchos cumpleaños de niños. Gracias a Morissa que cada año me llamaba para hacerle las fotos a sus tres hijos.
En África Negra no es nada fácil fotografíar. Está mal visto en un primer momento. «Hay una desconfianza como si quisieras utilizar las imágenes para algo malo o les robaras el alma con la foto» Y tuve que aprender a ganarme el respeto y la confianza. Me costó pero al final, lo conseguí. Lo mejor que me pasó fue un día que recibí una llamada al teléfono. Era un africano que me felicitaba por las fotografías del blog y la mirada hacia su país. Esa llamada hizo que ese esfuerzo cobrara sentido.
En fin. Se podía decir que era una ¡FREELANCE en Ouagadougou!
Etiquetas: fotografía, ouagadougou
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