NUBI; EL PERRO AFRICANO
Después de dos meses en Burkina no podía evitar adoptar un perro Africano.
Aquí al perro no se le considera un animal de compañía. Más bien su función es vigilar. A pesar de que en bastantes casas hay uno, se le trata como tal. Un animal y punto. Que come arroz con salsa de tomate, cus cus y pasta de mijo como todos los demás.
Sinceramente es un lujo que un perro pueda comer ya que muchos se comen al mismo. Así que nadie llora cuando un perro muere, la vida es dura para todos y para un perro aún más por ser un animal.
Si consiguen tener una casa con un platito de arroz al día se puede decir que son muy privilegiados ya que muchos vagabundean por las calles famélicos sin encontrar nada de comida, solo algún grito o patada por molestar en las terrazas de los Maquis (Restaurantes musicales típicos).
Ayer Ngubi entró en casa. Ha sido un «Cadeau», un «Regalo» que me han hecho. Lo bauticé con este nombre ya que Ngubi es un escarabajo del desierto del Sahara, que al no encontrar agua por ninguna parte, escoge una Duna y empieza a trepar. A pesar del calor y la arena ardiendo él continúa trepando con todas sus fuerzas, hasta que unas gotas de sudor aparecen en su abdomen, entonces Ngubi puede beber. ¡Un auténtico superviviente!
Al verle en casa, tan pequeño, enseguida me preocupé por cuidarle, buscarle una camita y meterle dentro para que no cogiera frío.
Pues se reían de mí por tal preocupación. No podían creer ese sentido protector con un animal. Hombre, pensándolo bien, si aquí los niños van descalzos y solos por la calle. Un perro, pasa a segundo plano. Y se acabará espabilando.
De todos modos Ngubi es un perro entre Europeo y Africano, ya que por el momento dormirá dentro de casa con un trapo que le he comprado.
Si llora le doy leche en polvo, que es la que utilizo para mi café de la mañana. Y si llora aún más le doy arroz con salsa de tomate, que veo que le encanta.
Nubi es una perrita privilegiada ya que no se convertirá en un plato de comida. Ni vagabundeará por las calles de Ouaga. Nubi puede dar gracias no como la mayoría de perros en Burkina.
Mis costumbres aquí siguen conmigo aunque es cierto que ante estas situaciones, el miedo a que pueda pasar algo, se te pasa.
Y si pasa, pasa.
Me la como a besos
Etiquetas: perro
Compartir